España cayó ante Estados Unidos hace dos días. En mi opinión solo se salvaron 2 jugadores, Xabi Alonso y Puyol. Son los únicos que luchan todos los balones sin miedo a golpes o patadas. Sí, es cierto que es mejor que esto pase ahora en vez de en el Mundial. Y no es menos cierto que algún día había que perder. Todo eso está muy bien, pero a mi me quedaron varias dudas después del partido.
Para empezar, una cuestión sobre el juego. Toque, toque, toque, mucho toque, como el Barça. Pero cuando se nos planta delante una selección como la de EE.UU. o como la de Irak, que forman un bloque y se colocan bien atrás, tenemos un grandísimo problema. Tocamos aquí, tocamos allí, la volvemos a tocar y seguiremos tocando, pero si ellos no tienen ningún fallo no somos capaces de entrar. Contra Irak tuvimos la suerte de que dejaran a Villa solo para rematar a gol, pero contra los americanos no tuvimos esa suerte, estuvieron de maravilla en defensa. No había huecos no dejaban jugar bien a los centrocampistas. Nos falta ese jugador que en ese momento sea capaz de romper a los defensas, que desequilibre al rival y cree espacios, y al parecer en la selección española solo está Iniesta. Jugamos sin bandas, pero cuando el entrenador hace los cambios y salen Mata y Cazorla, 2 hombres de banda, seguimos sin tener bandas porque cuando llegan al cornero cerca del área, se giran y la tocan al medio y de nuevo a tocar y tocar.
Otra duda que me queda es la de que pasará con Sergio Ramos. En
Pero claro sin delanteros que puedan bajar balones o rematarlos ¿como vamos a colgar balones al área? Me resulta gracioso que el seleccionador, al que hasta este partido encontraba muy válido para el cargo, no haga el primer cambio hasta el minuto
Decir también que Fernando Llorente es una alternativa clara a ese juego de toque y toque y más toque. Es un jugador que puede rematar los centros al área, que puede bajar los balones altos y con el que se puede practicar un fútbol más directo.
Por último hacer ver la selección de estrellitas y de público acostumbrado a ganar en que nos estábamos convirtiendo. No me gusta que Cesc y Xavi discutieran por un balón perdido mientras Alonso, solo, trataba de defender la contra. Y menos me gusta que la afición crea que debemos ganar sí o sí. Hay que animar para que vuelvan a ganar.