El pasado sábado tuvo lugar el concierto de fin de gira de El Puchero del Hortelano en la sala Riviera en Madrid. Cincuenta conciertos a lo largo y ancho de toda la península y parte de las islas. El nombre de la entrada se debe al hastag con el que se comentaba el concierto. Nada más entrar, antes de que los artistas salieran al escenario, se proyectaba en dos pantallas a los lados del mismo todos los tweets que incluían dicho hasta. Algo llamativo que como podréis imaginar acabó en jolgorio. Por supuesto llenazo en La Riviera.
Pasadas las 9 salieron al escenario Antonio Arcos y compañía. La gente se vino arriba. Abrió la boca, sonó la guitarra, un “esta tarde” con el que la Riviera se venía abajo en el minuto 1. “Ese rato tan divino” comenzaba el concierto. El público se desgañitaba y bailaba. No había mejor comienzo posible para esta obra de arte.
Vive la vida, 80 años, Miedo, De ovejas y corderos, Las Pelusas, Como un gorrión, Manuel,… Un repertorio de grandísimos ritmos y enormes letras, cargadas de sentimientos y emociones, con las que te hacen vivir los momentos que narran. Grandes temas en los que todos pudieron lucir su habilidad con cada instrumento, especialmente Patricia Ramos con su guitarra flamenca, un auténtico recital digno de las mejores noches de flamenco.
Un conciertazo del que sales reventado, sudado, con los gemelos cargados de tanto saltar y saltar, con la voz afónica de cantar y gritar, pero con una sensación de estar muy vivo, de tener más energía que nunca.
Esperaba un gran concierto, pero superó todas las expectativas. Varios años esperando asistir a uno de los mejores espectáculos que vaya a presenciar en mi vida.
Gracias Puchero, por semejante experiencia.
Recordad que podéis descargar los discos de El Puchero del Hortelano en su propia página web, que podéis comprarlos y que estáis obligados a verlos en directo.
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